En torno a las teorías del aprendizaje se realizará un análisis de tres teorías fundamentales, cada una con su particular punto de vista, estas son: el conductismo, cognitivismo y constructivismo. El aprendizaje es un proceso complejo y por ello existen muchas definiciones, entre ellas la que nos dice Shuell que considera que el aprendizaje tiene que ver con el cambio de la conducta o con nuestra capacidad de relacionarnos con los demás, el aprendizaje es pues una experiencia vivida. Tiene que ver con nuestro proceso de adquirir nuevas habilidades, destrezas, nuevas actitudes, incluso la creación de nuevas ideas que harán, indudablemente, que cambiemos la percepción de nuestro mundo. Todo ello con la finalidad de alcanzar nuestras propias necesidades y para la adaptación al mundo que nos rodea.
Iniciaremos por la teoría de aprendizaje el Conductismo.
Para dicha teoría se logra el aprendizaje cuando se demuestra una respuesta
apropiada que va seguida de un estímulo ambiental específico, los elementos
claves son: el estímulo, la respuesta y la asociación entre ambos. Pero la
pregunta inicial seria entonces ¿Cómo se logra dicha asociación entre estímulo
y respuesta?

Los conductistas no hablan de memoria sino
de hábitos que poseen más o menos el mismo sentido, ya que un hábito se
almacena y después se pone en práctica. También intentan prescribir
estrategias que sean útiles para la
construcción de ciertas asociaciones de
estímulo-resuesta. Su meta es lograr que el estudiante dé la respuesta deseada frente a un estímulo.
Pasemos al Cognitivismo que es una teoría epistemológica
dado que ve el aprendizaje desde las estructuras mentales internas. Se afirma
en su cuerpo teórico sobre la conceptualización del proceso de aprendizaje del
estudiante y se ocupan de cómo es que la información es recibida, organizada,
almacenada y localizada. El aprendizaje
tiene que ver más con el qué saben y cómo es que adquieren dichos
conocimientos.
La
adquisición del conocimiento en el Cognitivismo se describe como una actividad
mental que implica una codificación interna y una estructuración por parte del
estudiante. El estudiante es visto como un participante muy activo del proceso
de aprendizaje. Al igual que el conductismo, el cognitivismo considera que las
condiciones ambientales son importantes para la facilitación del aprendizaje.
Los ejemplos, como las instrucciones y contraejemplos son instrumentos para
guiar el aprendizaje, también elementos claves adicionales influyen a que los
estudiantes codifiquen, transformen, almacenen
para poder localizar cierta información.
El papel que juega la memoria es importante para esta
teoría, ya que el aprendizaje resulta cuando la información se encuentra
organizada en nuestra memoria. Se dice que cuando un estudiante logre aplicar
su conocimiento a diferentes contextos, es entonces cuando se ha logrado la
trasferencia. El objetivo es comunicar o
transferir conocimiento a los estudiantes de forma eficiente, dos técnicas para lograr su efectividad es la
simplificación y la estandarización. Las
tareas principales del educador son: 1)
reconocer que los individuos tiene experiencias de aprendizaje, lo cual
puede impactar los resultados; 2) determinar la mejor manera de organizar y
estructurar la nueva información; y 3)
organizar con la retroalimentación
de manera que la información sea efectivamente asimilada dentro de la
estructura cognitiva del estudiante.
Y finalmente el constructivismo que es también una
postura epistemológica, es una teoría que menciona que el aprendizaje es la
creación de significados partiendo de la
experiencia. Ésta teoría sostiene que conocemos esa existencia real del mundo
por medio de nuestra interpretación a través de nuestras experiencias.
Para el constructivismo los seres humanos creamos significados y no son adquiridos, si pensamos esto,
entonces se puede concluir que no podemos alcanzar un significado
predeterminado o correcto. En el caso de la memoria los estudiantes no
transfieren el conocimiento del mundo externo a su memoria, sino que más bien
contribuyen a diferentes interpretaciones personales del mundo que están
basadas en las experiencias personales. Por lo que, las interpretaciones del
mundo están en constante cambio o abiertas al cambio.
Así, los factores ambientales y la interacción son dos variables que crean conocimiento. La
trasferencia se facilita cuando se envuelve a una persona en tareas que
contiene contextos significativos. El
papel del educador es: 1) instruir al estudiante sobre cómo construir
significados y cómo conducir, evaluar y actualizar efectivamente esas
construcciones y, 2) diseñar y ajustar experiencias para que en el estudiante,
los contextos puedan experimentarse de forma auténtica y coherente.
Después de haber analizado las tres posturas sobre el
aprendizaje nos damos cuenta que el
aprendizaje es un sistema de relación entre nuestra realidad y el yo, no es el
cúmulo o almacenamiento de conocimiento e ideas, sino el verdadero aprendizaje
se da cuando éste se puede aplicar en la vida diaria, cuando hacemos uso de
esas herramientas dadas por el facilitador o profesor.
Vivimos en un mundo donde existe una variedad de
personas con diferentes perspectivas y fines en la vida, es por ello que en los
programas de enseñanza-aprendizaje, se
han hecho diferentes investigaciones para definir qué estrategia es la mejor
manera de transferir la información, misma que sea significativa y ayude a los
individuos a solucionar problemas en diferentes contextos.
Entendemos entonces acerca de los ambientes de aprendizaje como las construcciones teórico metodológicas que contienen objetos de aprendizaje que propician la construcción de conocimientos en el sujeto a través de sistemas de razonamiento propios, con una visión de realidad determinada.
La interacción entre los objetos y el sujeto, se determinan
en secuencias didácticas de aprendizaje que concretan las teorías del mismo, lo
cual provocará un sistema de aprendizaje con enfoque conductista, cognitivista
o bien constructivista, dependiendo de la intencionalidad, las rutas y medios
definidos para el aprendizaje, así como las formas en que el sujeto interactúa
con el contexto y su internalización del conocimiento.
Para Luhmann (1992), en RDU-UNAM, el Sistema de
Aprendizaje es “la constante diferencia que resulta del estímulo (entorno) y
del autoprocesamiento (sistema)”. Intenta ilustrar el concepto y ejemplifica
“las formas de trabajo generalmente las define el docente: establece ciertas
rutinas, solicita tareas, expone información, aplica diversos instrumentos
evaluativos. A su vez los estudiantes se comportan de determinada manera: leen,
investigan, preguntan, trabajan en equipo, exponen, resuelven problemas…entre
otras actividades”, lo cual caracteriza el tipo a matiz del sistema de
aprendizaje.
Luego entonces, al referirnos a los sistemas de
aprendizaje para los ámbitos de la formación infantil, requieren estos de
ambientes para el aprendizaje amigables, lúdicos y estimulantes acorde a las
capacidades del niño, con lenguaje adaptado a sus esquemas comunicativos e
imaginarios propios de la etapa de desarrollo cognitivo e interacción social,
que respondan a sus contextos culturales y ambientales. A contraparte, los
sistemas de aprendizaje del adulto, habrán entonces de responder a diseños
curriculares con un enfoque andragógico, con ambientes de aprendizaje propios a
un contexto del adulto.